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La medicina estética tradicionalmente se usaba una vez que aparecía la necesidad de aplicarla. No obstante, en tiempos recientes ha surgido la modalidad preventiva. Se trata de atender a tiempo los signos de envejecimiento, deterioro de la piel o bien otros aspectos que cambian la estética corporal. Esta atención se hace antes de que estos problemas sean evidentes y sea necesario corregirlos.
¿Qué es la medicina estética preventiva?
Se entiende por medicina estética preventiva la atención y pasos planificados para evitar cambios relativos al envejecimiento o deterioro de la estética corporal. Se trata de minimizar, con antelación, la aparición de cuestiones como: arrugas, flacidez, cambios de la silueta facial, manchas, etc.
La premisa es la siguiente: cuanto antes se inicie el cuidado planificado de la piel, más se retrasan los signos de envejecimiento. El aspecto lozano y juvenil se prolonga. Es inevitable envejecer, pero se puede retrasar el arribo de la apariencia otoñal. ¡Y se logra gracias a la medicina estética preventiva!
¿A qué edad se sugiere empezar con los tratamientos estéticos preventivos?
Es una duda muy común. Hay que tener en cuenta que tampoco se debe exagerar, ya que durante la adolescencia tampoco es necesario someterse a tratamientos de medicina estética. Lo cierto es que la edad mínima recomendada son los 25.
El período cercano a la tercera década de vida es el momento preciso para evitar que se intensifiquen los rasgos de envejecimiento. Hay que considerar que, mientras más pase el tiempo, ya no se cataloga estas intervenciones como preventivas, sino que corresponde iniciar acciones correctivas. Estas últimas no tienen la misma calidad, pues el envejecimiento se ha marcado.
¿Cuáles son los mejores tratamientos estéticos preventivos para aplicar?
Hay varias alternativas. Es importante advertir que el tratamiento se escoge según una revisión de cada paciente. Igualmente, es importante tener en cuenta que cada piel es diferente. No todos los cutis envejecen igual. Por eso, es necesario conocer un amplio abanico de alternativas. Algunas de las más recomendadas son las indicadas en el listado a continuación:
Ácido hialurónico
La gran ventaja del ácido hialurónico es que se encuentra de modo natural en el cuerpo. El metabolismo lo genera para zonas como: cartílagos, ojos, epidermis, glóbulos oculares, etc. No solo sirve para dotar de contextura a la piel, sino que atrae y retiene agua. Mantiene así unos óptimos niveles de hidratación epidérmica.
Este ácido ha logrado sintetizarse en laboratorios. Se prepara para inyectarse bajo la piel, rellenando y moldeando zonas con flacidez. Es perfecto usar este ácido para evitar que la piel se acostumbre a una textura arrugada.
Botox
La “toxina botulínica” ― se usa más el nombre de “botox” para identificarla ― es un tratamiento estético muy usado. Esta sustancia se dosifica para generar un grado de parálisis muscular. Como resultado, la piel y músculos faciales se tensan. Esta parálisis detiene las arrugas, la flacidez y las líneas de expresión.
El botox se usa de manera regulada, con correcta dosificación, al empezar los 30 años. Así se frena el efecto de marcas y arrugas. Es importante que estas inyecciones preventivas sean infiltradas por un profesional. Su exceso ocasiona un rostro demasiado rígido, inexpresivo. La misión del botox en fase preventiva es evitar que se marquen líneas de expresión, derivadas de gestos constantes.
IP o luz pulsada
Solución para cerrar poros. Esto permite minimizar la pérdida de colágeno. La escasez de colágeno es el principal detonante de la pérdida de elasticidad en el cutis. Gracias a este tratamiento, también, se evita que los poros se infecten. Las manifestaciones de acné se minimizan, se limita la cantidad de manchas y la piel se mantiene más sana.
Todos los tratamientos preventivos apuntan a un cutis sano. Es la clave medular para que el envejecimiento no arribe antes de tiempo. Y si hablamos de cuidado de la piel y de medicina estética, tampoco podemos olvidar la depilación láser. Este tratamiento en una clínica de medicina estética es una apuesta segura para cuidar la dermis y lucir una piel brillante.
Los tratamientos estéticos preventivos, el mejor aliado para combatir las arrugas
Estos tratamientos cumplen diversas misiones. No hay duda que su cometido cardinal es ralentizar la manifestación de arrugas. Las temidas arrugas se ocasionan por dos motivos: se minimiza la elasticidad de la epidermis y la merma de la densidad cutánea. La intervención preventiva ayuda a retrasar estas circunstancias.
Estos tratamientos, directa o indirectamente, siempre frenan el perjuicio de las arrugas. No hay que olvidar que las arrugas son un desgaste de la piel. Este desgaste se controla con ayuda del botox, el ácido hialurónico y otras alternativas. Se controla, a tiempo, que la piel llegue al momento de exhibir arrugas y otros inconvenientes.
La importancia de un plan personalizado de nutrición
Pautar una dieta adecuada es clave para la salud de la piel. Ningún tratamiento preventivo tendrá éxito sin que la alimentación aporte los nutrientes para que la piel se sostenga. Sin un plan de nutrición, no se obtienen antioxidantes ni se dota al metabolismo de las sustancias para mantener la producción de colágeno.
Otro dato: cada persona requiere un tipo de nutrición diferente. Cada tipo de piel (seca, grasa o mixta) exige una alimentación particular. Algunos consejos para un patrón alimenticio que compagine con tratamientos preventivos de medicina estética son los siguientes:
- Consumir alimentos ricos en antioxidantes, tales como: zanahorias, calabaza, cítricos, etc. Estos alimentos enlentecen el envejecimiento de las células de la piel.
- Comida con proteínas, ya que son el principal componente subcutáneo. Lo ideal es obtenerlas de carnes blancas, legumbres y frutos secos.
- Minerales en alimentos ricos en selenio, zinc y hierro. Los frutos secos y el pescado son una alternativa al respecto.
- El aceite de oliva, las nueces y los pescados azules. Lo ideal es consumir alimentos ricos en grasas insaturadas, las cuales mantienen en buen estado las células cutáneas.
Es claro que se necesita cierta disciplina. Recibir ayuda profesional para elaborar este plan alimenticio es muy importante. Se hace una valoración inicial del tipo de piel y se deduce la mejor dieta. De esa manera, se logran prevenir muchos problemas cutáneos derivados del paso del tiempo. El envejecimiento es inevitable, pero se puede retrasar.