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La depilación láser tiene gran cantidad de adeptos desde hace un par de décadas. Es un tratamiento que inhibe el crecimiento de vello en la epidermis. Para lograr su cometido, se vale de la aplicación de una luz intensa (láser) sobre la piel. Este láser tiene una intensidad que oscila entre 800 y 810 nanómetros, siendo por lo tanto eficaz para causar calor que inhibe los folículos pilosos.
Los tratamientos de depilación láser suelen constar de varias sesiones. Paulatinamente, los folículos (bolsas que albergan las raíces capilares) se van debilitando. Al cabo de las sesiones con láser, se logra una depilación con los efectos deseados: el vello deja de crecer, la piel queda limpia y lisa, a la vez que los resultados se prolongan durante varios meses y hasta superan el plazo de un año.
¿Cómo es un tratamiento de depilación láser?
Para entender todo lo que implica interrumpir estos tratamientos, es importante detallar las peculiaridades de este método de depilación. Quienes solicitan una depilación láser, deben saber que este proceso exige las siguientes etapas:
- Se hace una evaluación previa del paciente. Personas con piel delicada, con infecciones de hongos, mujeres embarazadas y bajo ciertos tratamientos de salud no pueden aplicar láser en la piel.
- Cada persona es un caso particular. La depilación láser dependerá del color de la piel (mientras más clara, mejor); así como de la densidad, grosor y color del pelo.
- Durante la sesión, la persona debe acomodarse en una camilla de depilación para aplicar el láser. Sobre las zonas de la piel en que se desea inhibir el crecimiento de vello, se usa el láser hasta lograr que el folículo se ralentice.
- ¿Cómo funciona el láser? Su misión es emanar una luz de alta intensidad. Esa energía luminosa reacciona con la melanina (sustancia que causa la pigmentación de la dermis). De esa manera, la energía lumínica se convierte en calor.
- El calor generado afecta los folículos pilosos. Estos quedan disminuidos en su capacidad de alimentar la raíz de los vellos y dar lugar al crecimiento de pelo.
- Al recibir una carga de calor alta, los folículos se “queman o secan”. Quedan incapacitados para que la raíz tenga fuerza y nutrientes para el pelo. El resultado es que el vello deja de crecer, hasta que el folículo se recupere.
- Un buen tratamiento de depilación láser desgasta los folículos y los incapacita para emanar vello por muchos meses, llegando al año de duración con estos resultados.
¿Qué sucede si se interrumpe el proceso de depilación láser?
Esto puede suceder por varios motivos. Se asiste a las sesiones iniciales, pero luego se interrumpe la continuidad en la aplicación del láser. Al quedar inconclusa la depilación, simplemente no se tendrán los resultados esperados. Además se pueden producir los efectos que detallamos a continuación:
- El pelo vuelve a crecer, aunque parece que se hubiera eliminado por completo. Es un rebrote que, además, no es homogéneo. En ciertas zonas surge de nuevo, mientras que en otras tarda en surgir otra vez.
- La depilación tendrá corta duración y en algunos casos no será efectiva. El vello vuelve a surgir, aunque más débil y delgado ya que únicamente se debilita el folículo; pero no se logra inhibir su actividad. Al estar débil, este folículo emite un vello que también patentiza debilidad (delgado y de poca pigmentación).
- Hay que tener cuidado con las fases de crecimiento del vello: el folículo sigue activo, solo recibe ciertas cantidades de calor. En este caso, hay que estar atentos a la fase de crecimiento del vello en la cual quedó el folículo durante las sesiones de láser.
Un servicio profesional de depilación tiene en cuenta el grado de crecimiento del pelo. Al aplicar el láser es necesario rebajar el vello, pero no rasurar por completo. Al dejar el vello con cierta altura, se permite que el láser llegue hasta la raíz y los folículos. De hecho, esta es una de las claves para una depilación láser con total eficiencia.
Las fases de crecimiento del vello: un factor a considerar
Esta es la razón esencial por la que la depilación láser se realiza en varias sesiones. El vello crece de manera sucesiva. Al aplicar el láser, se va llegando paulatinamente hasta la raíz. Al cesar la aplicación del láser, no se llega a esa raíz.
Para entender esto mejor, detallamos cuáles son las etapas del crecimiento del vello durante una depilación con aplicación de láser.
1. La fase anágena
Es el momento más activo del crecimiento, cuando el vello ya ha salido de la piel y está firmemente sujetado a su raíz. Se trata del momento cuando el vello está grueso y pigmentado, siendo ideal para lograr su eliminación. ¿La razón? Pues, el propio grosor del vello expande el poro por el cual brota.
Entonces, es más fácil que la luz del láser se infiltre hasta la raíz y logre inhibirla. Es por eso que se recomienda rebajar el vello antes de la depilación láser, pero no rasurar.
2. La fase catágena
Es una fase breve, considerada de transición, ya que dura 2 o 3 semanas. Luego de aplicar el láser, el vello se tiende a caer. En esta fase, la raíz y el folículo se han visto afectados por el calor. Entonces, se interrumpe el riego sanguíneo. La piel tiende a envolver el bulbo, cerrando así los poros y protegiendo a una raíz que ha quedado debilitada. En esta etapa, el tratamiento láser no es efectivo ya que no hay manera de que la luz llegue hasta el folículo.
3. La fase telógena
En este punto, se cumple un ciclo. Sucede cuando el vello antiguo se cae, pues la raíz quedó débil y ya no puede alimentarlo. Entonces, el metabolismo de la epidermis recupera el folículo para iniciar de nuevo la fase anágena.
También sucede que los poros se cierran, evitando que el láser llegue a incidir sobre la raíz con efectividad. Por lo tanto, tampoco es un momento para retomar este método de depilación. Esta fase catágena también sucede naturalmente: el vello crece, se desarrolla y luego cae; para luego dar lugar a nuevo crecimiento de pelo.
Al momento de interrumpir una depilación láser, es necesario considerar en cuál etapa se estanca el procedimiento. Por ejemplo, si ha quedado en fases “catágena” o “telógena” es necesario empezar desde cero. Incluso, se requiere aguardar a que el vello rebrote para iniciar otra vez la depilación.
No hay que olvidar que se usa el vello existente (ya crecido, con grosor) para usarlo como medio de conducción del láser hacia la raíz. Si este vello no está presente, tanto la raíz como el folículo son inaccesibles para el láser.
Esta es la razón por la cual las sesiones de depilación láser se repiten a intervalos de un mes. Es obligatorio aguardar a que el vello crezca otra vez (fase anágena) para usarlo como mecanismo de transmisión del láser. En cada sesión, se nota el debilitamiento del vello que rebrota; lo cual es indicio de que la raíz se está debilitando. Finalmente, se supervisa que las raíces y folículos hayan quedado tan inhibidos que ya no emiten vellosidad.
¿Qué hacer si ya se ha interrumpido la depilación láser?
Si la depilación cumplió con todas sus sesiones, entonces el vello deja de crecer por varios meses. En ciertos casos, se logra hasta casi un par de años de efectividad. No obstante, puede ocurrir que resulte imposible la continuidad en la aplicación del láser. Cuando esto ocurre, se tienen las siguientes recomendaciones.
- Si se planea retomar la depilación, no hay que quitar el vello con cera. Al aplicar cera, para luego quitarla, se retira la raíz. Por lo tanto, el proceso es forzado a la etapa catágena y se pierde todo lo avanzado con anterioridad.
- Es necesario rebajar el vello, pero no rasurar. No hay que olvidar que el láser usa como canal de conducción el vello. Por ende, si se retira por completo la vellosidad no se puede aplicar láser de nuevo.
- La persona debe entender que, quizás, se pierda el efecto de las sesiones con láser que se lograron realizar. El folículo y la raíz tienden a recuperarse con celeridad. Al interrumpir la aplicación del láser, el vello cobra fuerza de nuevo.
De todo lo comentado, queda una recomendación final: lo mejor es no interrumpir una depilación láser. Es preferible completar todas las sesiones, hasta lograr el resultado buscado. No hay mayores riesgos para la piel si se cesa esta depilación, pero los avances se perderán. Por lo tanto, es mejor tener disciplina y completar la depilación con todas sus sesiones.