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Zonas olvidadas: el cuello y el escote

El cuidado personal puede ser exhaustivo: cutis, manos, brazos, piernas, pies, etc. No obstante, hay zonas como el cuello y el escote que no reciben la debida atención. Hay pocas reseñas sobre cómo atender estas partes del cuerpo. Están a la vista, forman parte de la imagen de cada persona, pero se tiende a no prestarles atención.

Tanto el cuello como el escote permanecen expuestos a los agentes externos. Cuestiones como la contaminación, el sol, el uso excesivo de perfumes o el roce de las prendas desencadenan problemas en la piel. Por ejemplo, es frecuente que la epidermis del escote padezca flacidez, descamación, manchas o resequedad. En el cuello, es posible que aparezcan granos o que haya enrojecimiento por la acción solar combinado con la fricción de la ropa.

Razones para cuidar el cuello y el escote

Cada vez que se habla acerca de tratamientos de belleza, lo primero que se menciona es el rostro. Luego, se habla de brazos o piernas. Incluso, abunda el interés en mantener unos pies estéticamente impecables. ¿Y qué sucede con el escote? ¿Acaso el cuello no merece vigilancia? Pues, las personas suelen actuar sobre estas partes de su anatomía cuando se presenta un problema: ardor, manchas, hongos, estrías, etc.

El escote es frontal, no es lateral ni se oculta. Lucir un vestido, blusa o prenda íntima demanda que esta región anatómica exhiba la mejor apariencia. Un buen escote multiplica la autoestima, permite la versatilidad en las prendas, es perfecto para interactuar en pleno con la pareja. Con el cuello, sucede igual: su piel suele recibir el aroma del perfume, luce bastante de costado y emana elegancia cuando reluce sano.

Tips para el cuidado del escote y cuello

Hay que tener en consideración que son zonas en constante sudoración, rozan con blusas o chaquetas, que reciben bastante sol de manera puntual (es común que el cuello y escote queden marcados por los rayos solares, en contraste con la piel adyacente). Todo esto hace que sean imperativas ciertas rutinas para el acicalar estas zonas. Explicamos algunas de estas rutinas a continuación.

•Limpieza pensada para el cuello y escote

No es igual que asear las manos o la cara. Se suele acumular rastros de sudor, polvo y suciedad ambiental. Hay que usar un jabón suave: preferiblemente con tónicos y leches faciales. No se recomienda un habón intenso ni de textura dura. Cuello y escote están en constante fricción, por lo cual lo mejor es que la piel en estas zonas sea higienizada con suavidad.

•La muy recomendada exfoliación

Una exfoliación consiste en retirar una capa celular de la epidermis, desencadenando la regeneración en la piel. Es la mejor manera de eliminar las células muertas, las cuales generan una capa grisácea, sobre todo en los pliegues del cuello. Esta exfoliación evita la queratinización (formación de una capa dura) en la piel. Hay que considerar que cuello y escote tienen gran cantidad de glándulas sebáceas.

•Dos claves: hidratar y nutrir

Debe ser una rutina para toda la piel, pero en escote y cuello atañen una manera peculiar de hacerlo. El cuello debe hidratarse de modo constante, ya que pierde humedad por el roce e intemperie. Respecto al escote, no es de extrañar que pueda lucir reseco. Lo ideal es valerse de cremas para hidratar y nutrir. También, usar talcos para minimizar la fricción y evitar rozaduras.

¿Qué hacer cuando hay imperfecciones en el cuello o escote?

Aún con todos los cuidados antes explicados; nadie está exento de enrojecimientos, cicatrices, pecas, aparición de acné, arrugas o flacidez en estas zonas anatómicas. Cuando se presentan estos inconvenientes, hay que aplicar algunos tips para su corrección o disimular su apariencia. A continuación, se mencionan ciertos consejos al respecto.

  • Enrojecimiento o manchas: se recomiendan cremas hidratantes. No pueden faltar los bloqueadores solares, pues la incidencia solar afecta bastante en el cuello. Para el enrojecimiento por roce con la ropa, un buen talco ayuda a dar suavidad.
  • Pecas, lunares, lastimaduras: las pecas pueden aparecer por el exceso solar. Los lunares son genéticos, se disimulan con crema coloreada del tono de la piel. Una cicatriz o rasguño de un collar, también se cubren con crema.
  • Granos y espinillas: hay cremas que los eliminan, dependiendo del tipo de lesión. Suelen aparecer en las glándulas sebáceas, para lo cual lo mejor son cremas con peróxido de benzoilo, niacinamide y ácido láctico. Para los puntos negros, se pueden extraer; pero su manipulación dejará marcas que se deben disimular.
  • Flacidez y arrugas: aparecen con la edad. No se ocultan del todo, por lo que corresponde disimularlas. La hidratación ayuda a que luzcan tan intensas.
  • Escamas: surgen por resequedad de la piel. Las escamas se quitan lavando con agua y jabón, pero luego hay que aplicar una crema hidratante. Repetir este proceso hasta que cesen de aparecer al secarse la piel.

Finalmente, es importante el cuidado preventivo en el cuello y escote. Muchos problemas se evitan teniendo conciencia de la atención y errores que se comente respecto a estas zonas del cuerpo. Por eso, mostramos una compilación de sugerencias de acciones preventivas.

  • Corregir la postura: si se mantiene la cabeza erguida, se minimiza la flacidez de los músculos del cuello. Además, se frena la aparición de papada. El cuello muy inclinado no ventila bien, por lo que acumula sudoración.
  • En la ducha: el agua fría puede molestar si cuello y escote han estado muy expuestos al sol. Usar jabón suave para la higiene de la piel. Es importante secar el cuello, ya que las personas lo suelen dejar húmedo, siendo un foco de posible infección.
  • Masajear: un masaje en esta zona mejora la circulación sanguínea. Se puede aprovechar la utilización de cremas humectantes para este masaje. Hacerlo en movimientos circulares.
  • Protección solar: necesaria, ya que el sol es uno de los agentes que más deterioran el cuello y afectan un escote. Su uso evita, incluso, quemaduras o llagas.

Finalmente, se recomienda visitar al dermatólogo en caso de una infección por hongos o aparición de verrugas que deben extraerse. La salud de la piel debe atenderse con especialistas, pues solo de esa manera se garantiza una epidermis sana y hermosa.